JOVENES APRENDIENDO CIENCIA EN LA 17a SEMANA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA EN MICHOACAN.
Recién se entregaron reconocimientos de la Convocatoria Estancias de Investigación 2010, promovida por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología y la Secretaría de Educación en el estado de Michoacán.
Aquí mis palabras que les dirigí:
Conocer y trabajar en instituciones con investigadores de prestigio es sin duda una estrategia fundamental para poder identificar y fortalecer vocaciones académicas.
Es una gran oportunidad para que estudiantes de distintas áreas, participen y colaboren con investigadores de prestigio en actividades de investigación científica.
La formación de capital humano es esencial en una época en que la información y el conocimiento están definiendo la nueva economía de valor agregado cada vez más caracterizada por la aplicación de conocimiento intensivo en productos y servicios; pero también, en una sociedad que requiere de una amplia participación social en la solución de problemas de todo tipo. De ahí la importancia de buscar estrategias que desarrollen vocaciones en las áreas de las ciencias para ampliar nuestra base de investigadores en Michoacán y México.
Trabajar durante varias semanas en equipos de investigación crea un espíritu colaborativo en donde se construye conocimiento, se adquieren habilidades investigativas, se fomentan valores que desencadenan procesos creativos e innovadores. Las estancias tiene entre otras virtudes, este mérito de poner en contacto a estudiantes con profesores e investigadores in situ, ahí donde se da la realidad de la investigación.
Poner a los estudiantes en equipos reales con problemas reales es una gran enseñanza para quienes han escogido ser investigadores, ya que ponen en práctica sus conocimientos, desarrollan habilidades de solución de problemas. Se enfrenta al día a día de la investigación, se comparten experiencias y enfoques, se discuten ideas y se diseñan procesos y procedimientos.
También permite crear redes de trabajo que ayudarán en el corto plazo a los estudiantes a seguir una trayectoria productiva en la generación de conocimientos.
En la investigación importa mucho dominar un método que nos conduzca a un nuevo conocimiento, pero también es fundamental la pasión que le pongamos al asunto. Hoy la investigación en neurociencia nos demuestra que sin las emociones, la construcción de conocimientos no sería posible y una emoción básica es la pasión que le pongamos a la tarea de investigar.
La idea dominante que predomino durante mucho tiempo era precisamente lo contrario: que los procesos de investigación eran ajenos o neutrales a las subjetividades o a las emociones que se decía, interferían o distorsionaban el conocimiento. Pues hoy la propia investigación está llegando a la conclusión de que son las emociones las que permiten decidir y llegar a algo concreto.
Recientemente culminó la 17ª Semana de CYT en donde en la sede de Morelia asistieron 10, 000 niños y jóvenes de educación básica con el objetivo de que aprendieran ciencia en forma divertida; fue una experiencia maravillosa a quienes tuvimos la oportunidad de observarlos ante los experimentos o demostraciones de varias decenas de divulgadores e investigadores.
Verlos con su cara de asombro y emoción de lo que veían, de aquellos niños de preescolar que en cuestión de segundos no dejaban de disparar preguntas a diestra y siniestra al atribulado investigador que tenía que vérselas con aquellos niños ávidos de explicaciones. Los niños trataban de entender y elaborar explicaciones ante lo que observaban, lo hacían con gusto, con entusiasmo. Creo que ahí tenemos un valioso ejemplo de lo que provoca la necesidad intelectual aunada a una emoción básica por encontrar explicaciones a la realidad que nos rodea y me parece que esto define a quien se quiera dedicar a las tareas de la investigación.
Espero que la estancia por la que transitaron haya despertado en todos ustedes estas emociones por descubrir, desentrañar, buscar. Me parece que los grandes investigadores se han conducido no solo por el dominio de un método o la técnica específica, sino por una verdadera pasión por lo que hacen, por su creencia de que estaban en el camino correcto para llegar a algo relevante que pudiera marcar una huella indeleble en nuestro mundo, porque a pesar de los muchos experimentos fallidos o por las múltiples voces en contra, se mantuvieron ahí para conseguir su objetivo.
La investigación es un camino duro y difícil para poder llegar a la naturaleza de las cosas, para interpretar con teorías la comprensión del mundo que nos rodea y este camino se hace más transitable si realmente contamos con esta vocación que en muchas ocasiones se puede convertir en una verdadera misión en la vida.
Les deseamos a todos ustedes que el camino que han iniciado lo sigan, en el ánimo de que sus futuros descubrimientos hagan a nuestro mundo mucho mejor de lo que ahora es.
Es una gran oportunidad para que estudiantes de distintas áreas, participen y colaboren con investigadores de prestigio en actividades de investigación científica.
La formación de capital humano es esencial en una época en que la información y el conocimiento están definiendo la nueva economía de valor agregado cada vez más caracterizada por la aplicación de conocimiento intensivo en productos y servicios; pero también, en una sociedad que requiere de una amplia participación social en la solución de problemas de todo tipo. De ahí la importancia de buscar estrategias que desarrollen vocaciones en las áreas de las ciencias para ampliar nuestra base de investigadores en Michoacán y México.
Trabajar durante varias semanas en equipos de investigación crea un espíritu colaborativo en donde se construye conocimiento, se adquieren habilidades investigativas, se fomentan valores que desencadenan procesos creativos e innovadores. Las estancias tiene entre otras virtudes, este mérito de poner en contacto a estudiantes con profesores e investigadores in situ, ahí donde se da la realidad de la investigación.
Poner a los estudiantes en equipos reales con problemas reales es una gran enseñanza para quienes han escogido ser investigadores, ya que ponen en práctica sus conocimientos, desarrollan habilidades de solución de problemas. Se enfrenta al día a día de la investigación, se comparten experiencias y enfoques, se discuten ideas y se diseñan procesos y procedimientos.
También permite crear redes de trabajo que ayudarán en el corto plazo a los estudiantes a seguir una trayectoria productiva en la generación de conocimientos.
En la investigación importa mucho dominar un método que nos conduzca a un nuevo conocimiento, pero también es fundamental la pasión que le pongamos al asunto. Hoy la investigación en neurociencia nos demuestra que sin las emociones, la construcción de conocimientos no sería posible y una emoción básica es la pasión que le pongamos a la tarea de investigar.
La idea dominante que predomino durante mucho tiempo era precisamente lo contrario: que los procesos de investigación eran ajenos o neutrales a las subjetividades o a las emociones que se decía, interferían o distorsionaban el conocimiento. Pues hoy la propia investigación está llegando a la conclusión de que son las emociones las que permiten decidir y llegar a algo concreto.
Recientemente culminó la 17ª Semana de CYT en donde en la sede de Morelia asistieron 10, 000 niños y jóvenes de educación básica con el objetivo de que aprendieran ciencia en forma divertida; fue una experiencia maravillosa a quienes tuvimos la oportunidad de observarlos ante los experimentos o demostraciones de varias decenas de divulgadores e investigadores.
Verlos con su cara de asombro y emoción de lo que veían, de aquellos niños de preescolar que en cuestión de segundos no dejaban de disparar preguntas a diestra y siniestra al atribulado investigador que tenía que vérselas con aquellos niños ávidos de explicaciones. Los niños trataban de entender y elaborar explicaciones ante lo que observaban, lo hacían con gusto, con entusiasmo. Creo que ahí tenemos un valioso ejemplo de lo que provoca la necesidad intelectual aunada a una emoción básica por encontrar explicaciones a la realidad que nos rodea y me parece que esto define a quien se quiera dedicar a las tareas de la investigación.
Espero que la estancia por la que transitaron haya despertado en todos ustedes estas emociones por descubrir, desentrañar, buscar. Me parece que los grandes investigadores se han conducido no solo por el dominio de un método o la técnica específica, sino por una verdadera pasión por lo que hacen, por su creencia de que estaban en el camino correcto para llegar a algo relevante que pudiera marcar una huella indeleble en nuestro mundo, porque a pesar de los muchos experimentos fallidos o por las múltiples voces en contra, se mantuvieron ahí para conseguir su objetivo.
La investigación es un camino duro y difícil para poder llegar a la naturaleza de las cosas, para interpretar con teorías la comprensión del mundo que nos rodea y este camino se hace más transitable si realmente contamos con esta vocación que en muchas ocasiones se puede convertir en una verdadera misión en la vida.
Les deseamos a todos ustedes que el camino que han iniciado lo sigan, en el ánimo de que sus futuros descubrimientos hagan a nuestro mundo mucho mejor de lo que ahora es.
Muchas gracias y felicidades.
Morelia, Mich., a 4 de noviembre el 2010
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