domingo, 27 de junio de 2010

FUTBOL. PARA MEXICO SE ACABO (POR EL MOMENTO)


















EL VERDADERO FUTBOL .


Otra vez nos quedamos en la orilla con la sensación de que sí pudimos avanzar. Sin embargo, los factores clave pesaron en contra. Factores estructurales (amiguismo, compadrazgo, falta de planes de largo plazo, inversión en Deporte, monopolios de medios de comunicación, entre otros), factores motivacionales y de control emocional (no te puedes derrumbar tan pronto aún con la injusticia de un fuera de lugar) y lo que se veía desde el principio: errores elementales en la defensa y falta de contundencia en la delantera. 
Para las autoridades deportivas mexicanas: ¿cómo le podemos hacer para que a la hora de armar la selección nos sobren jugadores con experiencia y en la edad más productiva ( hoy por ejemplo se abrió la brecha: jugadores ya muy grandes -con ya poco rendimiento- y jugadores aún novatos -con hambre, pero carentes de experiencia) y más lejos: ¿cómo se le puede arrebatar el control de este apasionante juego a los monopolios que lo administran y que le causan tanto daño?
Por otra parte, se ve a leguas que la FIFA, el corporativo que administra el modelo de negocio del futbol es un verdadero paquidermo. Veánse la cantidad de jugadores estrella que no rindieron  porque llegan sobresaturados, con cientos de horas de juego, cientos de horas en reportajes, entrevistas y comerciales. El caso de Francia fue patético porque aunado a todo lo anterior, se le suma un profundo descontento interno, de 11 individuos que desde el principio no querían saber nada de nada. 
Además y me extraña por la forma en que afecta el negocio de los que controlan la FIFA (es decir, ni para cuidar su propio negocio son buenos) las pifias arbitrales que definieron muy temprano dos juegos clave y que indudablemente como se dice en vox populi, golpean su propia gallina de los huevos de oro.
Yo me quedo con la pasión que sigue despertando este juego y porque nos vuelve a decir que en México necesitamos ya no de héroes (que se ve casi imposible) sino de ídolos que cuando menos nos den dos horas de alegría.

viernes, 25 de junio de 2010

PARA EL DEBATE: La Revolución educativa

En su programa Redes, Eduardo Punset entrevistó al psicólogo Robert Roeser. El post de Punset adelanta:

¿Es hoy más difícil la convivencia en las aulas? ¿Están bien preparados los maestros para acompañar al niño hasta su adolescencia con una educación que englobe emociones e inteligencia social? Las necesidades de un adulto para vivir en sociedad no son las mismas que hace 50 años, ni lo son tampoco las condiciones de vida de los adolescentes, ni las tecnologías que rodean a todos. Sin embargo, los programas educativos han cambiado muy poco en el último siglo. El psicólogo Robert Roeser nos ayuda a redefinir el papel de profesores y maestros, y a buscar en la ciencia algunas propuestas para mejorar la educación de los futuros ciudadanos.

Veamos la entrevista:

sábado, 19 de junio de 2010

MUERE (?) CARLOS MONSIVAIS


















CARLOS MONSIVAIS EN LOS PASILLOS DE LA FIL
Don Carlos en la FIL, entre la gente, que según José Emilio Pacheco era el único escritor que cualquiera reconocía en la calle.

Un personaje como él nunca muere, además de que no se nos pega la gana, ya que siempre necesitaremos de su infinita capacidad de ironizar la vida con premoniciones que solo él es capaz de hacer. Aquí reproduzco este maravilloso texto de Elena Poniatowska en el cumple 72 de Don Carlos.

El cumple 72 de Monsi.

Elena Poniatowska escribió en La Jornada este texto el 4 de mayo anterior a Carlos Monsiváis.

La Jornada en línea
Publicado: 19/06/2010 15:02.

Hoy Carlos Monsiváis cumple 72 años. El año pasado fuimos a felicitarlo a su casa y a cantarle Las Mañanitas con un trío femenino y feminista de mariachis de sombrero más ancho que su falda y luego desayunamos con él en la avenida Tlalpan, a un lado de la calle de San Simón.

Caminamos a su lado y la gente lo paraba en la calle. “Si sigue así voy a caer en la autoindulgencia.” Tras de él avanzaba una cauda invisible: su madre, doña Esther, Beatriz y Araceli, su tía, quien fue ama de llaves de Artemio de Valle Arizpe, quien le daba permiso de llevarse unos libros a su casa; sus amigos de toda la vida, Luis Prieto, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Fernando Benítez, Iván Restrepo, de la mano de Nelly; Francisco Toledo, Vicente Rojo, Rafael Barajas, El Fisgón; Jesús Ramírez, Chema Pérez Gay y Lilia, Rolando Cordera, Jenaro Villamil, Rogelio Naranjo, Eduardo del Río, Rius; Julio Scherer García, Ricardo Pérez Escamilla, Carlos Payán, Hugo Gutiérrez Vega, Neus Espresate, José Luis Ibáñez, 12 gatos con listones de colores en torno al cuello y las mil 500 personas que congrega cada vez que presenta un nuevo libro.

La avenida Tlalpan se llenó con los más diversos personajes, porque desde Días de guardar hasta Apocalipstick, Monsiváis convoca multitudes. Carlos reía, como ríe de ti y de mí, de nosotros, de ustedes, ríe de lo que pasó aunque no ríe del futuro y de lo que nos espera. En ese desayuno nos hizo reír mientras comía sus tacos de pollo con salsa verde acompañados por frijoles refritos y una Coca-Cola.

“Carlos: ni un taco más”, le dijo Marta Lamas, quien es su ángel de la guarda de alas que van de San Simón a Tlacopac y sobrevuelan todos los periféricos y los viajes por la República y los que van de Alaska a la Patagonia. Tan grande es su curiosidad, su azoro y su gratitud que Carlos a todo le dice que sí.

Hoy festejamos a Carlos Monsiváis, brindamos por él y por su pesimismo orgánico y sus revelaciones que tienen mucho de ironía y mucho de parábolas bíblicas.

Carlos Monsiváis se encuentra ahora en el Instituto Nacional de Nutrición porque sufre fibrosis pulmonar. Su corazón está en perfecto estado, dicen los médicos, y así tiene que ser porque el corazón de Monsiváis abarca todas las luchas sociales del siglo XX y del XXI.

Hace unas semanas defendió a Luz María Dávila, madre de dos de los 16 jóvenes asesinados en Ciudad Juárez. Desde su primera huelga de hambre para apoyar a los maestros en 1958, Monsiváis acompaña las grandes causas de nuestro país. A los 16 años, en 1954 le tocó ver a Frida Kahlo en una silla de ruedas empujada por Diego Rivera en una manifestación en contra del derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala y de allí para el real ha asistido a todas las marchas, las protestas, los actos de resistencia que sus crónicas consignan: la de los estudiantes en 1968, los damnificados de San Juanico en 1984, los del terremoto de 1985, los zapatistas en 2001, el feminismo, la despenalización del aborto, la persistencia de la homofobia, la lucha contra el neoliberalismo, el sida, la corrupción política y la defensa de nuestra historia y del arte del pueblo, sus luchas, sus querencias y sus entretenimientos en El Estanquillo.

Gran polemista, gran interlocutor, gran luchador social de toda la vida, gran promotor de la sociedad que se organiza, cronista, guía y gurú de los jóvenes de hoy que lo aman y lo siguen, Monsiváis, además de recoger con humor y sentido crítico los episodios de nuestra historia, ha denunciado todas las atrocidades sociales y lo consideramos desde hace muchos años la conciencia moral de México. Desde aquí le deseamos el regreso a la salud y al deseo de narrar lo vulnerables que nos sentimos sin él

domingo, 6 de junio de 2010

FUTBOLANDIA
















Futbol con las manos.
Viven a 1200 kms de Buenos Aires. Crecieron escuchando fútbol por la radio. Nunca vieron un partido de verdad (profesional), ni siquiera por TV. ¡No hay electricidad! Juegan con sus propias reglas, incluso con las manos... pero con la misma pasión.


El mundo el próximo viernes será el Mundo del Futbol. Se entrecruzan con este juego, factores culturales, sociales y psicológicos, además de los claramente económicos. Pero quien no se emocionó siendo niño o joven con una pelota, tratando de meter gol a dos pedazos de madera que hacian de portería  en cualquier barrio de aquella colonia en donde soñábamos con imitar a nuestro ídolo. Hoy la mercadotecnia y el negocio lo monopolizó, pero sin embargo, su fortaleza sigue haciendo soñar a millones en todo el mundo y sobretodo a los niños y jóvenes de los barrios más humildes que juegan la cascarita en abandonadas callejuelas con piedras como postes y cualquier objeto como balon.

domingo, 23 de mayo de 2010

La felicidad como objetivo en la educación














En la página web de Eduardo Punset REDES PARA LA CIENCIA se lee que en el tercer número de la revista  REDES podrás leer la entrevista completa a Roger Schank, y descubrir las claves que él propone para educar a los niños a través de ejercicios prácticos y motivadores" donde aparece el siguiente comentario de indudable vigencia:

"El sistema educativo actual está basado en la Revolución Industrial, donde los trabajadores tenían que especializarse en un trabajo mecánico, y para ello debían repetirlo una vez tras otra hasta memorizarlo. Hoy día ese sistema ha quedado obsoleto, y lo único que vale la pena memorizar son las tablas de multiplicar, comenta el experto en educación Roger Schank. Lo demás lo aprendemos en función de nuestras necesidades e inquietudes"

Cualquiera puede visitar cualquier escuela y verá las huellas de ese modelo de la Revolución Industial aplicado a nuestras escuelas: el reloj y la campana para acompasar las entradas y salidas, la memorización para "pasar" los examenes, la segmentación  del conocimiento en materias y éstas en temas, los uniformes para "uniformizar", los niños y alumnos con los brazos cruzados escuchando "el dictado" del maestro, entre muchos otros elementos que hacen que nuestros alumnos pierdan motivación  e interés, ya que su vitalidad e inquietudes van por un lado y la escuela va por otro rumbo (encasillado en aquél modelo de la época industrial)

domingo, 16 de mayo de 2010

A MIS MAESTROS


Juan Manuel Gutiérrez Vázquez se encontraba trabajando en su libro A MIS MAESTROS (Ed. Pelicanus, 1a ed. 2009), cuando la muerte le sorprendió. El libro vió luz gracias a Lucrecia y Juan Cristián Gutiérrez Maupomé, hijos de Juan Manuel. Aquí cito el prólogo que el propio Juan Manuel escribió a manera de introducción. Vaya este homenaje a los maestros del mundo.

A manera de prólogo

Escribir estas notas sobre algunos de mis maestros ha terminado siendo un ejercicio casi arbitrario. Desde el Jardín de Niños al que asistí en 1934, hasta mis estudios de licenciatura que terminé en 1951, he tenido muchos mentores excelentes además de los que quedan aquí consignados, y he aprendido muchísimas cosas de personas que nunca fueron profesores míos. También me formé como persona gracias a la consideración, tan sostenida, penetrante y sensata como fue posible para mis exiguas luces, de la obra de numerosos creadores de otros tiempos, culturas y lugares, a quienes no conocí en persona por insalvables distancias geográficas o históricas, y que de alguna manera fueron mis preceptores a través del registro de sus hazañas. Por otra parte, estoy tan endeudado con los maestros cuyo quehacer comento en estas líneas que no puedo resistir más la tentación de compartir mis notas, con la intención, además del reconocimiento a ellos debido, de destacar aprendizajes que fueron para mí fundamentales y formativos, lo cual podría resultar de interés para docentes en formación o en servicio, siempre en peligro de naufragar en los inclementes piélagos de los contenidos curriculares y de desordenadas formas de expresión discursiva, o de pasar por alto la consideración de árboles señeros justo por encontrarse extraviados a la mitad del tupido bosque que constituye el programa de su grado o de su asignatura.

¿Por qué estos maestros permanecen tan cerca de mí a mis 80 años y sus enseñanzas me han acompañado de manera tan provechosa y benéfica durante toda la vida? Pues porque contribuyeron a formarme como persona, como ser humano, esto es, no solamente para cursar con éxito razonable los grados o ciclos educativos subsiguientes o para desempeñarme con dignidad en el trabajo, sino para vivir la vida, para entender y enriquecerme al considerar el pasado, para hacer fructificar de la mejor manera el presente, para tomar decisiones oportunas con respecto al porvenir, todo ello tanto en soledad como al cumplir con mis responsabilidades hacia mis semejantes y hacia el medio social y natural, así en asuntos intelectuales como en cuestiones afectivas, sociales, morales y materiales. Por supuesto que a su lado desarrollé mis conocimientos en el sentido epistemológico ortodoxo o tradicional, no faltaba más, pero muy lejos estuvieron ellos de circunscribirse a una finalidad tan magra: a su lado aprendí a ver las cosas de otra manera (ojo, pero no de su manera, pues ellos me educaron, nunca me indoctrinaron: me auxiliaron para que yo desarrollara mi propia mirada, no para que reprodujera la suya); aprendí a hacer mis atisbos más incisivos y mi pensamiento más despabilado, ya se tratase de considerar asuntos de la materia o del espíritu; cultivé la valoración de sentimientos y actitudes de manera cualitativa y me fui afirmando en la práctica de la bondad, en la búsqueda de la verdad y de la belleza y en el ejercicio de la libertad, gozando con todo ello. Gentiles, animosos y positivos, ellas y ellos, los recordaré siempre también por su calidad humana y por la convicción y a menudo la pasión con la que ejercieron su magisterio.

Los recordaré también no solamente por lo que me enseñaron sino por la manera en que lo hicieron, pues el cómo se hacen las cosas también es asunto de peso en el aprendizaje. Ellos sabían mucho sobre el contenido de la asignatura que tenían a su cargo, esto es, sobre lo que se sabe; pero también entendían bien cómo averiguar sobre lo que no se sabe, en su disciplina o en otras avenidas del quehacer humano, asunto fundamental en todos los niveles educativos aunque tienda a ser considerado condición sine quanon solamente para los estudios superiores (yo de hecho comencé a sufrir de mis achaques de investigador durante mi educación primaria). Con frecuencia las asignaturas se ven privadas de todos los aspectos inquisitivos de la disciplina que representan en las escuelas y se convierten en cosa inocua; toda disciplina es esencialmente creativa, pero por desgracia, en la escuela, las asignaturas respectivas resultan estériles e inofensivas. Ese no fue el caso de mis maestros cuya memoria aquí recojo. Hacedores de alguna manera originales, su vida y sus trayectorias personales y profesionales fueron por diversas razones ejemplares tanto para sus colegas como para sus venturosos alumnos.

Otro asunto sobre el que estas consideraciones también nos ofrecen la oportunidad de meditar es cómo es que dos personas tan distintas como por ejemplo el Maestro Radvanyi y el Maestro López Bayghén fueron tan buenos maestros. Me refiero concretamente a su talento, a lo pulido de su capacidad intelectual, a su posición en el mundo del saber. El Maestro Radvanyi poseía una inteligencia excepcional y cultivada a los grados académicos más altos en instituciones europeas de prestigio internacional; era conocido y reconocido en todo el mundo. A 50 años de su muerte se sigue hablando de él, y las entradas respectivas en internet, referidas a su persona y a su obra, suman decenas de millares. El Maestro Bayghén, con el debido respeto, tenía un talento moderado, su preparación, de alguna manera un tanto rudimentaria, no pasó de la Escuela Normal Superior de México, su desempeño fue conocido por unos cuantos centenares de personas, colegas y alumnos, y eso en dos o tres instituciones de nuestro país, hay una sola referencia a su nombre en internet, por cierto muy elogiosa, relacionada a su desempeño como educador en municipios rurales del Estado de Sinaloa cuando contaba solamente con 25 años de edad. Pero los dos fueron excelentes maestros, enseñaran la materia que enseñaran y en la circunstancia en que estuvieran. Estamos pues obligados a seguir explorando hasta identificar con una mínima puntualidad operacional lo que convierte a una persona común y corriente en un buen maestro. De no hacerlo, la futilidad de las escuelas formadoras del profesorado en todo el mundo seguirá enseñoreada de tales instituciones.

Estas notas son, pues, un reconocimiento y un homenaje para mis maestros y para todos los maestros, pero también una invitación para que todos sigamos pensando en el arte y la ciencia que nos convierte de seres comunes y corrientes en buenos educadores.

Juan Manuel Gutiíerrz Vázquez

lunes, 3 de mayo de 2010

LA FORMULA DE LA FELICIDAD



Eduardo Punset en su delicioso libro El Viaje a la Felicidad. Las nuevas claves científicas, nos lleva de la mano por los últimos resultados de numerosas investigaciones científicas que van desde las investigaciones sobre el cerebro hasta la genética para conducirnos hacia la fórmula de la felicidad.

Nada que ver con los libros de autoayuda y mucho menos con los lugares triviales y trillados de la charlatanería que nos inunda a través de los medios de comunicación.

Punset aborda desde una perspectiva científica los caminos que nos pueden llevar a la felicidad. Si ya el camino del libro es muy apasionante, me parece que el final es como en una sinfonía in crescendo: espectacular. Efectivamente, al final, sintetiza en una fórmula la larga discusión que lleva durante la lectura del libro.

La fórmula final es la siguiente (no sin antes decirnos cómo la educación podría ayudar a construirla gradualmente en nuestros alumnos):


Felicidad= E(M+B+P) /  R+C.


Donde:

En el numerador aparecen los factores que promueven, facilitan, desarrollan este viaje a la felicidad. Obsérvese en la fórmula que todos los factores del numerador se deben multiplicar por las emociones:

E. Emoción al comienzo y final de cada proyecto, actividad, tarea que emprendamos. Debemos dudar de todo aquello que no es emocionante para quien lo realiza o propone.
M. Es el mantenimiento y atención a los detalles.
B. Es el disfrute de la búsqueda y la expectativa.
P. Son la relaciones interpersonales.

En el denominador aparecen los factores que destruyen, impiden e inhiben el viaje a la felicidad. Son de dos tipos:

R. Factores Reductores:
  • Ausencia de desaprendizaje.
  • Recurso a la memoria grupal.
  • Interferencia con los procesos automatizados.
  • Predominio del miedo.
C. La carga heredada:
  • Mutaciones lesivas.
  • Desgaste y envejecimiento.
  • Ejercicio abyecto del poder político.
  • Estrés imaginado.
Al construir nuestra propia fórmula de la felicidad y aplicarla en nuestra vida diaria, ahora sí, podemos emprender los otros caminos de nuestra propia vida personal, profesional y social con más disfrute y bienestar.

Como es imposible explicar cada uno de los factores, mejor lee el libro y verás que al final, sentirás que la felicidad está al alcance de tus manos, más bien, usando la terminología de Punset, al alcance de tu cerebro y corazón.

ChatGPT y cómo ayuda a los docentes en lo administrativo

  El chat bot , t amb i én con oc ido com o chat bot de intel igen cia artificial , es un a her ram ient a c ada ve z m ás ...